#TienelaPosta: Ale Glessner - Laborando
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Se viene una renovada edición de nuestro ciclo de charlas #TienelaPosta, un evento donde expertos vienen a contarnos sobre temas que a nosotros, los que hacemos, nos interesan.

Contamos con la presencia en este primer evento de Ale Glessner, un emprendedor metalúrgico muy conocido por su producto estrella: “las (escuadras) Glessner”. Acá nos cuenta un poco de su historia y de cómo consigue a día de hoy, vivir de su pasión.

Nací en Lomas de Zamora el 25 de abril de 1979. Soy el cuarto de siete hermanos. Mi viejo era empleado en una multinacional, mi vieja ama de casa. Mis hermanos más grandes no tenían ninguna inclinación por las herramientas. Desde chico me llamaban mucho la atención, y cuando terminamos la primaria, mi mejor amigo entró al colegio industrial al que yo quería ir, pero a mí no me dejaron.

Primeros pasos en la herrería
En la adolescencia empecé a andar en bici, y eso fue mi puerta de entrada al mundo de las herramientas. Conocí gente con la que empezamos a fabricar rampas: primero en madera, después en metal. Ahí aprendí a soldar y a usar (mal) las máquinas manuales. Con mis amigos, pusimos nuestra primera herrería.

Más adelante, ingresé a Ingeniería Mecánica en la UTN. No me recibí, pero aprendí muchísimo. En esa época conseguí mis primeros trabajos en el rubro: primero como tornero y luego como proyectista mecánico, gracias a un profesor de diseño mecánico que me recomendó. Empecé como freelancer y después entré a una empresa de válvulas de petróleo, donde llegué a ser jefe de ingeniería.

El quiebre y la vuelta a la herrería
Venía creciendo en esa dirección, pero cada vez tenía más claro que la vida corporativa no era para mí. En noviembre de 2010 renuncié y volví a trabajar como freelancer, pero esta vez con la idea de fabricar y vender herramientas para herrería.

Fracasé rotundamente. Sin muchas opciones, volví a hacer trabajos de herrería, porque necesitaba comer y no quería volver a la vida corporativa. En cada oportunidad, seguía comprando máquinas metalúrgicas: tornos, fresadoras, lo que pudiera.

Después de un éxito moderado pero sostenido, llegó la pandemia, y con ella, el golpe final: la AFIP me cayó encima y terminó de liquidarme.

El nacimiento de las escuadras
Ya en una situación crítica, en noviembre de 2023 lancé mis escuadras de soldadura, más que nada para tratar de cubrir los gastos fijos. Desde entonces, vivo de eso.

Vení al próximo #TienelaPosta de Laborando y conocé a Ale Glessner y sus procesos. 

📅Viernes 28 de marzo, 19hs
📍En Laborando – Otero 246, Capital Federal
📝Inscribite en el formulario haciendo click ACÁ.

Es un evento GRATUITO con inscripción previa. 

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